El colectivo iba demasiado lleno para buscar comodidad,
así que tuve que irme hacia atrás por el pasillito angosto que ya estaba
desmoronado de gente. Siempre hay un lugar bien en el fondo que te permite
reposar del constante tironeo que se le da al pasa mano por las bruscas
frenadas del chofer. Como sabia que llegar a casa iba a llevar algo de tiempo,
trate de buscar distracción con un libro de Horacio González, que trataba sobre
Roberto Arlt, al principio leía un poco desganado porque estaba algo cansado
pero al poco tiempo la lectura encauzo un ritmo considerable y permitió que el
viaje se me hiciera menos arduo. Casi llegando al final del libro, levante la
mirada y el colectivo ya estaba empezando a vaciarse, de modo que como todavía
faltaba media hora para llegar, me senté en unos de los asientos que estaba
cerca del conductor y continué con la lectura.
La concentración que venía teniendo empezó a
disminuir cuando escuche la voz del chofer que comenzó a hablar con una de las
pasajeras. Trate de mantener la atención en el libro pero me di cuenta con el
correr de las paginas que ya había perdido el hilo de lo que estaba leyendo,
ustedes se preguntaran por qué, esto fue a causa de la conversación de la
pasajera y el chofer que por razones inevitables no pude dejar de escuchar.
Chofer: ¿y cómo andas, como fue tu día?
Pasajera: Bien, bah, estoy un poco mal porque
discutí con un amigo que me dijo materialista
- ¿Por qué te dijo eso?
- Yo creo que si te digo por qué, vos también vas a
pensar lo mismo, porque todos me mal interpretan.
La discusión se dio porque él me decía que era muy
exigente para buscar un hombre, y yo básicamente lo que le dije fue, que a mí
el hombre me gustaba independiente, es decir que tenga su autito, un laburo,
que estudie y que no viva con sus padres.
- Bueno a decir verdad, no sé si te mal interpretan
o es lo que das a pensar. Lo único que te puedo decir, es que entonces un buen
novio para vos seria yo, tengo mi laburo, me estoy terminando de construir mi
casa…
-Si puede ser, pero no pierdas de vista que también
me tiene que gustar el tipo, más allá de todo lo anterior que te marque.
- Si eso es verdad, no es que yo me haya querido
lanzar hacia vos, lo que te quise decir fue que un tipo como yo se podría
postular a algo con vos.
- Postular me suena a sitio de búsqueda laboral,
jaja….
Lo que más me enojo de mi amigo fue su falta de
comprensión, no me puede decir materialista. Lo único que plantee fue que
quiero una persona al lado con la que pueda vivir bien, es decir que podamos
tener conversaciones de muchas cosas, yo por ejemplo te puedo de hablar de
arte, música, política y cultura.
- Si te entiendo, yo en ese sentido te puedo seguir
la corriente, porque también puedo hablar de varios temas. A mí por ejemplo, me
gusta tocar la batería pero ya deje esa etapa de la “musiquita”, eso es para
gente que todavía no ha podido darse cuenta de que es lo que se necesita para
vivir. Yo estaba tocando con mis amigos todos los días de sala en sala, hasta
que me di cuenta que estaba perdiendo el tiempo.
Date cuenta, somos bastante a fin con los
pensamientos, en lo único que no estoy de acuerdo con vos, es en eso de que el
hombre tenga su “autito” o estudie, me parece que no es necesario. Lo ideal es tener
una persona al lado que te apoye y te quiera, con esto quiero decir por
ejemplo, un día estoy viviendo en pareja y una noche no se puede comer
determinada comida, me gustaría que la persona que este al lado mío lo sepa entender.
- Ah no, yo no podría, ves yo me refería a eso con
vivir bien. Para mi comer bien es muy importante, hay cosas que yo no me puedo
permitir que falten, no sé; un buen vino o carne, en mi mesa tienen que estar
todos los días.
- Ahí es donde te estás equivocando, a mi no me
molestaría eso, si hay amor de verdad. No me importaría si la persona que está
al lado mío es cartonera y no tiene los mismos ingresos que yo o si no se puede
comer carne todos los días.
- Ay a mi sí; primero que yo no me fijaría en un
cartonero, no podría vivir todos los días manteniendo a un vago, porque en su
vida no tuvo suerte o no se preocupo por crecer como persona. Segundo, que me
daría asco tocarlo, creo que estaría todo el tiempo mandándolo a bañar. ¿Te
imaginas una noche llega de “cartonear” y me quiere dar un beso? Desde ya no lo
soportaría.
¡Ay, te juro que no podría por más que me quiera
mucho!
- Entonces te recomiendo que te cases con un robot,
ahí sí que no vas a tener problemas.
- ¡No, tampoco eso!...Te das cuenta, me mal interpretaste.
Me pasa lo mismo con todos los hombres con los que hablo. ¡Nadie me entiende!
- ¿Vos tuviste pareja alguna vez?
- Si lo que más dure fueron ocho meses. Estuve con
un músico, era tierno pero viste que los músicos están con esa “boludes” de que
son sensibles y que se yo…
- Si, eso es verdad, es un poco molesto. Todos
tenemos problemas y no andamos llorando por los rincones.
- Si totalmente, este era terrible por ahí nos
abrazábamos y se ponía a llorar, no sé, me parecía una situación bastante
incómoda, al principio trataba de contenerlo como podía pero después las otras
veces ya le decía, “che boludo para de llorar pareces un maricon”.
La charla creo
que duro mucho más, en un momento pensé en no bajarme para seguir
escuchando pero después me arrepentí y me baje en mi destino. Caminando hacia a
mi casa con la conversación en la cabeza, entendí que algo estaba mal en mí, no
estoy cumpliendo con el estereotipo de hombre buscado en la sociedad, ¿me
estaré quedando fuera de onda?
[i] Este relato está basado en una
conversación que presencie en el colectivo 56, entre el chofer y una pasajera.
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