No hay forma de explicar la salvajada
La presión no encuentra destino sin destinado
Se favorecen algunos corazones
que no invocan respuestas, solo resguardo
Más allá de callarse
el precio lo paga el que habla
terreno invadido por sonámbulos
no pierden tiempo en despertarse
Favores en la intimidad
sostenemos la mano del guardián
penas deambulan por el hall central
pero cada una tiene habitación
Especulan con el final nuclear
el kamikaze civilizado esta
la tragedia no solo es griega
hace rato se hizo mundial
"Yo no sé si hay literatura, pero yo sé que el barajar esa disciplina posible es una urgencia de mi ser" J.L.Borges
lunes, 31 de diciembre de 2012
martes, 25 de diciembre de 2012
Cómo ser un gran Escritor (Charles Bukowsky)
tienes que cojerte a muchas mujeres
bellas mujeres,
y escribir unos pocos poemas de amor decentes
y no te preocupes por la edad
y los nuevos talentos.
Sólo toma más cerveza, más y más cerveza.
Anda al hipódromo por lo menos una vez
a la semana
y gana
si es posible.
aprender a ganar es difícil,
cualquier pendejo puede ser un buen perdedor.
y no olvides tu Brahms,
tu Bach y tu
cerveza.
no te exijas.
duerme hasta el mediodía.
evita las tarjetas de crédito
o pagar cualquier cosa en término.
acuérdate de que no hay un pedazo de culo
en este mundo que valga más de 50 dólares
(en 1977).
y si tienes capacidad de amar
ámate a ti mismo primero
pero siempre sé consciente de la posibilidad de
la total derrota
ya sea por buenas o malas razones.
un sabor temprano de la muerte no es necesariamente
una mala cosa.
quédate afuera de las iglesias y los bares y los museos
y como las arañas, sé
paciente,
el tiempo es la cruz de todos.
más
el exilio
la derrota
la traición
toda esa basura.
quédate con la cerveza,
la cerveza es continua sangre.
una amante continua.
agarra una buena máquina de escribir
y mientras los pasos van y vienen
más allá de tu ventana
dale duro a esa cosa,
dale duro.
haz de eso una pelea de peso pesado.
haz como el toro en la primer embestida.
y recuerda a los perros viejos,
que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoievski, Hamsun.
si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza...
entonces no estás listo
toma más cerveza.
hay tiempo.
y si no hay,
está bien
igual.
y escribir unos pocos poemas de amor decentes
y no te preocupes por la edad
y los nuevos talentos.
Sólo toma más cerveza, más y más cerveza.
Anda al hipódromo por lo menos una vez
a la semana
y gana
si es posible.
aprender a ganar es difícil,
cualquier pendejo puede ser un buen perdedor.
y no olvides tu Brahms,
tu Bach y tu
cerveza.
no te exijas.
duerme hasta el mediodía.
evita las tarjetas de crédito
o pagar cualquier cosa en término.
acuérdate de que no hay un pedazo de culo
en este mundo que valga más de 50 dólares
(en 1977).
y si tienes capacidad de amar
ámate a ti mismo primero
pero siempre sé consciente de la posibilidad de
la total derrota
ya sea por buenas o malas razones.
un sabor temprano de la muerte no es necesariamente
una mala cosa.
quédate afuera de las iglesias y los bares y los museos
y como las arañas, sé
paciente,
el tiempo es la cruz de todos.
más
el exilio
la derrota
la traición
toda esa basura.
quédate con la cerveza,
la cerveza es continua sangre.
una amante continua.
agarra una buena máquina de escribir
y mientras los pasos van y vienen
más allá de tu ventana
dale duro a esa cosa,
dale duro.
haz de eso una pelea de peso pesado.
haz como el toro en la primer embestida.
y recuerda a los perros viejos,
que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoievski, Hamsun.
si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza...
entonces no estás listo
toma más cerveza.
hay tiempo.
y si no hay,
está bien
igual.
Juan Yeite (un gran numero)
La tarde era siempre un momento de reflexión para Luder. Andaba,
siempre, atormentado por los embates que afrontaba durante todo el día. Su
trabajo le demandaba un gran esfuerzo mental. Él se dedicaba a representar
artistas de la música, sin importarle el género al cual se dedicaran. Todos los
días de acá para allá ubicando a sus clientes en diferentes eventos o en distintas
radios, todo pasaba por él, hasta en lo menos pensado siempre tenía injerencia.
Su vida eran días de éxito continuo porque a sus artistas les iba muy bien, por
lo tanto su economía se ensanchaba a pasos agigantados. En este último tiempo
había adquirido una nueva casa para ponerla en alquiler, sus inversiones se incrementaban
favorablemente lo cual permitía que sus clientes también reciban una buen parte
por sus trabajos.
Uno de los artistas que representaba era su favorito, Juan
Yeite, era el que más le había hecho ganar en este tiempo, pero siempre todo
podía variar según el movimiento de sus números. Hoy era Fausto pepe mañana era
Dominguito, en ese sentido sus sentimientos no eran estancos, iban rotando al
ritmo de sus finanzas. Siempre que iba a un bar y tomaba un poco de más, tenía
la costumbre de contar como habían sido sus inicios y todo el tiempo estaba
recordando que él había sido pobre desde muy chico. Primero se sumergió en el
mundo de la música como artista y como nunca pudo triunfar con lo que hacía, decidió jugársela por su carrera
actual “manager”.
Juan Yeite era el que más eventos tenia por noche, de hecho
desde hacia tiempo era el más solicitado de su cartera de clientes. Ahora
ustedes se preguntaran por qué tanta insistencia para con Yeite, bueno es que
él era un artista que se dedicaba a batirse a duelos de guitarras con
cualquiera que se lo propusiera. Yeite comenzó su carrera en esto, a raíz de
una película, en donde los protagonistas concursaban por ver quién era el
guitarman, esta película era enseñada en todas las peñas o circuitos de
guitarristas que anhelaban ser los más virtuosos con su instrumento. Desde el
momento en que él tuvo la oportunidad de ver esa película, le dio un giro particular
a su estilo de vida, es decir, primero comenzó cambiándose el apellido porque
su nombre biológico era Juan Cora y se lo cambió por Juan Yeite[1], después
comenzó a preparar coreografías escénicas para sus shows y luego hizo un curso
a distancia sobre poses en el rock. Tanto empeñó su tiempo para afinar su
performance que esto le genero una mayor convocatoria a sus eventos e hizo que
Luder se empezara a interesar más por él, dejando sin prioridad a todo el resto
de su clientela. Fue tal su fascinación para con este artista, que había
cambiado la foto del porta retrato que tenia de su mujer por la de Yeite. Esto
le generaba algunas discusiones con su pareja pero se excusaba diciéndole que
gracias a él habían podido hacer todo lo que hicieron, durante estos años.
[1]
Yeite: En la jerga de los músicos de rock y sobre todo en los guitarristas, es el significado de toda clase de artilugios (provocadoras de fascinación
dionisiaca o esplendor) que se hagan con
la guitarra durante un espectáculo.
Críticos pixelados
La causa se encauza y pierde razón de ser por fenómenos que
ningún transeúnte me sabe explicar, pero que igual se adhiere sin poner
objeción a todo lo que ve. Seguimos viviendo la época de hablar por hablar y no
dudar. Lo más sencillo es estar sentado frente a un televisor o repasar un poco
los diarios matutinos de los fines de semana y decir: “este país está lleno de
negros de mierda que lo único que saben hacer es vaguear”. Entonces me digo que
encubiertamente se siguen y cada vez más, pergeñando discursos fachistoides que
no van a ningún lado, tan solo a seguir mostrando perfiles retrógrados y
penosos.
Realmente no sé cuantos hechos históricos más hacen falta
para que la sociedad de un giro discursivo e ideológico, ya tendría que ir
acabándose la derecha por ignorancia y darse cuenta lo contraproducente que es
la no critica, porque a la larga seguimos sin recordar casos como los de Kosteki
y Santillan o Fuentealba, no podemos olvidar hechos como estos porque fueron a
causa de brutales represiones. El ensañamiento contra una idea que lo único que
intenta es el cambio y la igualdad dice mucho de esa persona, por lo tanto
tenemos que saber que los fachoargentinos cada vez son más.
Ejemplos a grandes rasgos:
A principios del
siglo XX, la persecución estaba muy marcada en atrapar y sacar del país a los
anarquistas y extranjeros que eran considerados una amenaza para la “armonía
nacional”. Una de las grandes leyes que marcó esta parte de la historia es la
conocida ley 4144 (ley de residencia) que habilitaba a las autoridades del
momento a sacar del país a todo aquel que se interpusiera a la paz nacional.
Esta supuesta paz nacional de la cual se hablaba eran las de los gobiernos de
facto, primero encabezado por José Feliz Uriburu y después por Justo. Pero la
historia argentina todavía tiene más para contarnos y dejarnos en claro cuáles
fueron las ideologías predominantes en cada época. Entonces ahora vamos un poco
más para atrás y nos encontramos en 1880 con los principios de un fascismo criollo
que iba en avanzada y aquí estamos hablando de la famosa campaña al desierto
que se cargó a los mal llamados indios de cultura mapuche y tehuelche, para
ejercer el dominio de esas tierras, que hasta el momento eran pertenencia
natural de los aborígenes.
Violencia y más violencia que nos demuestra cómo se fue y se
va construyendo la historia Argentina, que está plagada de hechos sangrientos y
todo supuestamente en honor al progreso de la nación. Trayendo un poco a
colación a Marx podemos seguir su análisis diciendo sus palabras, las cuales
decían: “El capitalismo fue escrito con sangre”, a lo que yo agregaría tomando
un termino de él, y con plusvalía. La cultura es un terreno difícil de desandar
y está claro que es una lucha por el sentido del mundo, la batalla esta puesta
a través de las ideas y me parece propicio no callar nunca a las palabras.
A modo de cierre, a continuación voy a transcribir una prosa
que me gusta mucho, que pertenece a un gran escritor, llamado Eduardo Galeano:
El miedo
Una mañana, nos
regalaron un conejo de Indias.
Llegó a casa
enjaulado. Al mediodía, le abrí la puerta de la jaula.
Volví a casa al
anochecer y lo encontré tal como lo había dejado: jaula adentro, pegado a los
barrotes, temblando del susto a la libertad
lunes, 24 de diciembre de 2012
La navidad de algunos
Todavia recuerdo algunas expresiones que tuve de niño, cuando me decian que vaya a mi cuarto a buscar cualquier cosa, para poder darle paso a papa noel y a su bolsa de regalos que venia acarriando, no se desde donde. Por dentro, en la oscuridad de mi habitacion, entendia que ya era la hora de que bajasen esos renos que el señor vestido de rojo, cagaba a latigazos para llegar a tiempo a todas las casas que tenian a los niños, como yo, escondidos en sus habitaciones. Entonces despues de unos cuantos minutos se escuchaba una voz de fondo que decia: "Listo, ya podes salir". Tal es asi que de la emocion, con la cual salia, me chocaba desde sillas hasta a mi abuela que cargaba con la bandeja de los vasos y platos sucios. Cuando llegaba a ese arbolito de navidad, que se arma desde, mas o menos, un 8 de diciembre, me encontraba con una pila de regalos tales como; calzoncillos, medias, etc. Ah, y la cara de mi tio, diciendome: "te gusta, pibe" ¡Fabuloso!
A medida que fue pasando el tiempo, uno se viene mas grande y empieza a comprender un poco mas del panzon barbudo. Es decir, por un lado tenemos la magia de Coca Cola para con esta tradicion y por el otro, a los consumidores del plan magico. Despues, otra de las cosas que componen la velada, son las parafernalias que se arman alrededor de una mesa. De copa en copa, los "te quiero" que se dicen, aumentan la frecuencia. Las palmadas de espalda, casi que sorpresivamente, se convierten en una expresion, de a un segundo por palabra. Increiblemente, la family esta mas unida que nunca. La mesa se rebalsa de platos sabrosos y de bebidas incomprables. Y asi empieza la obtentacion de ver quien trajo lo mas caro.
Seguiendo con la misma performance, esto se tralada al post brindis. Cuando llega la juntada con los noctambulos. Las chicas con todo su placard encima, desfilan por las calles en busca de un trago de algunas de esas portentosas y esquematicas botellas, que se presumen junto con algun descapotable o algo asi. Luego, se le da paso a una borrachera que huele bien y junto a ello, a un viaje en un carro que luce un aspecto poco visto por estas amantes del asiento.
Pues, esto concluye cuando llega la hora de acostarse y la cabeza, da vuelta como el pesado ventilador que cuelga del techo.
Y asi seguimos festejando...
A medida que fue pasando el tiempo, uno se viene mas grande y empieza a comprender un poco mas del panzon barbudo. Es decir, por un lado tenemos la magia de Coca Cola para con esta tradicion y por el otro, a los consumidores del plan magico. Despues, otra de las cosas que componen la velada, son las parafernalias que se arman alrededor de una mesa. De copa en copa, los "te quiero" que se dicen, aumentan la frecuencia. Las palmadas de espalda, casi que sorpresivamente, se convierten en una expresion, de a un segundo por palabra. Increiblemente, la family esta mas unida que nunca. La mesa se rebalsa de platos sabrosos y de bebidas incomprables. Y asi empieza la obtentacion de ver quien trajo lo mas caro.
Seguiendo con la misma performance, esto se tralada al post brindis. Cuando llega la juntada con los noctambulos. Las chicas con todo su placard encima, desfilan por las calles en busca de un trago de algunas de esas portentosas y esquematicas botellas, que se presumen junto con algun descapotable o algo asi. Luego, se le da paso a una borrachera que huele bien y junto a ello, a un viaje en un carro que luce un aspecto poco visto por estas amantes del asiento.
Pues, esto concluye cuando llega la hora de acostarse y la cabeza, da vuelta como el pesado ventilador que cuelga del techo.
Y asi seguimos festejando...
jueves, 20 de diciembre de 2012
La profecía ma...
Y si pensamos que el mundo se acaba por una profecía, sería bueno no dormirse para que no nos sorprenda el abismo, con los ojos cerrados. Quizás prenda una vela y en el medio de la noche como antesala ponga una canción que tenga muchos acordes. Tomaré, también, un buen trago de la porquería más rica del planeta: Coca cola. Y antes de que la tierra se abra de par en par, me tirare del balcón. Cayendo hacía el vació fumaré un habano cubano, que me obsequió una de mis tías.
Igual, antes de todo eso; ella estará acurrucada en la esquina de la habitación rezando a todos los santos posibles, mientras ve por la ventana que el cielo esta comenzando a enrojecer. Me dirá que la furia Maya, ya esta haciendo su trabajo, entonces me abrazará con algunas lagrimas discurriendo por sus mejillas y dirá: Te Amo. Para ese entonces trataré de no dar el brazo a torcer para no quebrarme en un llanto inacabable. Pondré una película de cine negro y después de un arduo día, el sueño me vencerá...
Igual, antes de todo eso; ella estará acurrucada en la esquina de la habitación rezando a todos los santos posibles, mientras ve por la ventana que el cielo esta comenzando a enrojecer. Me dirá que la furia Maya, ya esta haciendo su trabajo, entonces me abrazará con algunas lagrimas discurriendo por sus mejillas y dirá: Te Amo. Para ese entonces trataré de no dar el brazo a torcer para no quebrarme en un llanto inacabable. Pondré una película de cine negro y después de un arduo día, el sueño me vencerá...
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Misivas (con ismos)
Planeando en palabras que no dejan de suspenderse cuando se posan en un papel. Pudiendo ser un bollo amorfo sin consistencia argumental, sigo insistiendo, igual, en su fuerza y movimiento.
El aire, a veces, no es suficiente para absorber la libertad en sus máximas. En algunas situaciones se precisan acciones combativas que permitan patear el tablero. Nuestro espíritu se predispone a situaciones fraudulentas para no fermentarse. Nos volvemos unos tibios, calculadores; que a fuerza de saber arrastrarnos detrás de toda la bola maloliente predispuesta por el controlador, no nos volamos la cabeza. Todavía quedan certezas de que la vestimenta, el cholulismo y el fraternalismo promiscuo, nos de felicidad.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Silencio en todos los alrededores. En el pueblo ha muerto: Dignidad.
Nadie dice nada...
Dicen que es mejor venerar a la pavada tetona
no habla, sonríe a todos,
se deja tocar el culo
y desea los venerables sables huecos
Chillones ¡vociferando! Que la mierda tiene buen olor
El aire, a veces, no es suficiente para absorber la libertad en sus máximas. En algunas situaciones se precisan acciones combativas que permitan patear el tablero. Nuestro espíritu se predispone a situaciones fraudulentas para no fermentarse. Nos volvemos unos tibios, calculadores; que a fuerza de saber arrastrarnos detrás de toda la bola maloliente predispuesta por el controlador, no nos volamos la cabeza. Todavía quedan certezas de que la vestimenta, el cholulismo y el fraternalismo promiscuo, nos de felicidad.
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Silencio en todos los alrededores. En el pueblo ha muerto: Dignidad.
Nadie dice nada...
Dicen que es mejor venerar a la pavada tetona
no habla, sonríe a todos,
se deja tocar el culo
y desea los venerables sables huecos
Chillones ¡vociferando! Que la mierda tiene buen olor
sábado, 8 de diciembre de 2012
1
Alejarse de lo impune, de la vida
serena a la muerte. Su amante
¡ Éxtasis! la plenitud quiere fluir
La moral: cuerpo y autoridad
Una disputa por el goce
con la salvajada maquinaria
¿es posible una ausencia total?
La miel esta en su colmena
El aguijón tiene varias caras
Cuidamos el filo del que nos gobierna
Perdurar en lo llano. Poco arriesgado
Desgarremos nuestra piel
Follar sin pedir explicación
hacerse de las prosas más candentes
Beber el vino hasta la ebriedad
Dejar de ser un condenado
jueves, 6 de diciembre de 2012
Los artistas del subte
Por el pasillo,
gritos a la muchacha de pollera corta que corre para salir de la boca del lobo.
Los calenturientos, que pedían la presa, eran dos imberbes que a
fuerza de querer tapar su erección, la tela finita de los pantalones no se
lo permitía. Mientras tanto arriba del subte dos artistas deleitaban con
sonidos de bombo legüero y guitarra criolla. Se había hecho más largo
que lo habitual el viaje y tenía que llegar a la presentación de la novela de
mi amigo. El fastidio comenzaba a hacerse presente - no hay nada
más perturbador, que tener ganas de llegar a algún lado y que el viaje se
una dificultad - y el calor que no cesaba de pronunciarse por mi
frente. Las mangas ya no podían más de la humedad. Una mujer que estaba sentada
enfrente mio, miraba su reloj con una frecuencia de tres veces por segundo. El
subte estaba detenido a mitad de camino por problemas técnicos y el
mal humor se había hecho generalizado. Esta mujer que venía enfrentada a
mi, seguía mirando su reloj y ahora había agregado la acción de meter
y sacar la mano de su cartera de una forma casi neurótica. Me empezó a
llamar la atención lo que estaba haciendo, debido a que mientras buscaba no se
que cosa en su bolso, miraba para todos lados como atemorizada por algo. Sin
pensarlo me acerque para intentar saber si estaba bien.
- Perdón por
mi atrevimiento, pero la noto muy pálida ¿pasa algo? - pregunté con
algo de vergüenza
- Primero, no me
trates de Ud y segundo, si no te corres en dos segundos de al lado mio, vas a
estar en problemas, pendejo - dijo sin ningún filtro
Quedé un poco
aturdido por la respuesta pero no pude no querer saber porque había dicho eso.
- Tranquila, solo
quería saber si te sentías mal. No creas que esto es un intento de seducción o
algo por el estilo - dije con una voz más firme.
- ¡Pendejo! ¡No escuchaste lo
que te dije! Salí de acá porque te van a boletear y tenes cara de bueno. Dale
raja para otro vagón antes de que sea tarde.
No quise levantar
ninguna sospecha de que algo raro estaba sucediendo porque eramos muchos en el
subte y podía suceder una catástrofe, para colmo todavía no estaba
solucionado el inconveniente técnico. Ya llevábamos más de
veinte minutos ahí dentro. Sin hacer ningún bullicio fui para el vagón de al
lado, que estaba más repleto, todavía.
Por suerte, para
todos los que estábamos a la espera de la solución para continuar con
el viaje, por los parlantes anunciaron que ya estaba arreglado el desperfecto y
continuamos con la marcha. La transpiración que me acompañaba, para ese
entonces, era como si recién me hubiese dado una ducha de media hora.
Al descender del subte, la mujer de cara pálida me acompañó con la
mirada hasta que me metí en la boca que salía a Av. Corrientes.
Caminando con la imagen de esta mujer en la cabeza, se me dispararon varios
desencadenantes para esa pobre gente que todavía continuaba viajando con ella.
Una posibilidad es que sea una fanática kamikase y haya decidido
hacer una autodestrucción, inmolándose y así llevarse un par de tipos
que no piensen como ella quisiera. Segundo, podría ser que estuviera preparando
una coartada con otros de los pasajeros para robarse todo. Tercero, que
estuviera viajando amenazada por alguno de los pasajeros y cuarto, podría ser
que estuviera al lado su marido, el cual le haya dicho que finja sentirse mal
para ver cuál es la reacción que tiene ella cuando alguien hace algo gentil por
su humanidad.
El paso previo a
llegar a la presentación que se hacía en la casa de la lectura, no fue de los
mejores pero se podría titular como: Bastante aventurero. Traté de no pensar
más en la mujer porque no iba a poder disfrutar de la lectura que tenía que
escuchar y esto sería un problema. Seguramente mi amigo vaya a preguntarme
alguna opinión al respecto y sabiendo su hedonismo para con sus obras no podría
contestarle: “¡No sé! Tengo la cabeza en una loca del subte”. Cuando ingresé a
este lugar encontré gente con aires de barroquismo, reclamantes de una elite
cultural que los envuelva. Pura charlatanería de Kafka y Nietzsche. Es decir, un
momento propicio para entrar escuchando una canción de Ignacio Copani. La paquetería
francesa que engalanaba la noche, tampoco permitía un Washington Cucurto. Al
escuchar que un micrófono estaba siendo probado, me acerque hasta el salón.
Todos escucharon atentamente la lectura. Los lentes culo de botella aplaudían cada
gesto de humor académico que este hacía de forma irónica. Una ceremonia donde
no estaba sentado ningún rufián (ahuyenta burgueses). El evento culminó bastante
rápido, así que espere a que mi amigo saliera para felicitarlo e ir a saciar
nuestras gargantas con una cerveza en el bolichito que estaba a unas cuadras. Se
demoro un poco en salir porque unas psicolibertarias le interrumpieron la
salida para hablarle de lo bueno y lo fascinadas que habían quedado al leer su
novela. Se deshizo de ellas con dos palabras difíciles y por fin llego mi
turno. Nos estrechamos en un abrazo y un cruce de labios, por el apuro al
saludarnos. Al llegar al bar, por supuesto, nos sentamos y no pude no contarle
lo que había vivido en el subte, así que pedimos la cerveza y mientras esperábamos,
arranque…
-Tengo que contarte
algo impresionante, que me paso mientras venía para acá.
- Uh, ya sé ¿A qué
mina te levantaste?
- puf…eso hubiese
sido lo mejor
- Eh…dale larga ¿qué
te paso? – dijo con pocas esperanzas de que sea algo que rajara la tierra.
- Una tipa que
viajaba conmigo estaba muy pálida y para colmo el subte estaba detenido a mitad
de camino por problemas técnicos…
- ¿Y qué hiciste? ¿Eso
es lo tremendo?
- ¡Déjame terminar,
entonces! Me acerque para ver si estaba bien y me dijo que me alejara de su
lado porque iba a ser boleta.
- ¿Qué?...no entiendo
nada…
- Y yo menos que vos.
Date cuenta que esta mina algo estaba por hacer ¡Tenía una cara de demente
terrible!
Quedamos en silencio
por un rato, mirando por la ventana y sorbiendo la espuma de la cerveza. Veinte
minutos después, mi amigo tomó su último trago e hizo un gesto a la moza de que
trajera otra y preguntó:
-¿que habrá pasado
con toda esa gente? Tendremos que mirar el noticiero…
Mientras de hacer esa
pregunta reflexión, ahora le grito a la moza que prendiera la tele y pusiera el
noticiero.
-¿Para que el
noticiero? – pregunté riendo
- Y, para saber si pasó
algo. Estoy seguro que era una de esas fanáticas…
- Al final te
intereso, lo que te dije, eh
- Es que
inevitablemente esto me lleva a querer hacerlo literatura. Es buen material
para un policial ¿no te parece?
- Pero sabemos una
parte de esto, ni siquiera tenemos un desenlace o algo un poco más concreto.
- No importa. Henry
miller, te diría: “la realidad está en la calle, todo lo demás es literatura” o
algo así…
- ¿Estás seguro que diría
eso o estas inventando?
- Un poco y un poco –
Dijo y lanzó una carcajada
Para ese entonces la
moza había comenzado a subir las sillas a las mesas, en señal de que la cosa no
iba a poder durar mucha más. Tomamos rápidamente los últimos sorbos y nos
fuimos. A penas pusimos un pie en la calle, las persianas se bajaron de manera automática.
-¡Guau! Parece que se
querían ir… - dije risueñamente
Caminando hacia la
otra esquina, para poder tomar, nuevamente, el subte, hablamos de algunas
mujeres de nuestro pasado y recordamos algunas anécdotas. Cuando llegamos, nos
volvimos a abrazar para despedirnos y quedamos en vernos pronto. Bajé por la
boca del subte y este tardó muy poco en venir. Tenía que hacer varias paradas,
así que como vi un asiento libre lo aproveche. Me desperté exaltado porque pensé
que me había pasado, pero no. Faltaba una. Con la vista levantada hice un paneo
general para ver quienes me acompañaban en el viaje y me encontré con esta
mujer. La mire perturbado y ella me clavo la mirada. Esta vez no decline la
vista, la mantuve firme en sus ojos y me acerque.
-¿Qué te pasa? – dije
con furia
- ¿Por qué? –
contestó sin despeinarse
- Me dijiste que iba
a ser boleta si estaba mucho tiempo al lado tuyo ¿no te acordas?
- Ah sí ¿te molesto?
Por un momento pensé
en putearla pero su mirada seguía inquietándome como para hacerlo. Así que me
quede en silencio y deje de mirarla. Diez minutos después, me toca el hombro y después
de un breve silencio, lanza un escupitajo sobre mi cara.
-¿Qué haces idiota? –
dije con el semblante todo rojo, casi a punto de estallar.
- Soy punk – dijo a
carcajadas
-¡Vos estas demente!...
¡Pedazo de puta!
- Eh, no es para
tanto. Es un poco de saliva de mujer.
Ya no sabía qué
hacer. Estaba totalmente descolocado, nunca había visto una cosa así. No sabía
si hablarle, volverla a putear o irme a otro vagón. Pero mientras decía y
pensaba todas estas opciones, esta mujer se paro arriba de uno de los asientos
y dijo:
-Damas y caballeros,
gracias nuevamente por haberme prestado atención. Para los que no me conocen,
hago teatro callejero y le agradezco a los nuevos colaboradores – y señalándome
a mí, me guiño el ojo de forma cómplice – que todavía no me matan, pero con sus
colaboraciones puedo llevar un plato a casa. Así que esto es todo, voy a pasar
la gorra como hago siempre y que tengan buen viaje.
Cuando termino su mini
discurso, todos aplaudieron con gran fuerza. En ese momento, pensé: cuando le
cuente esto a mi amigo va a ser literatura ¡Que increíble!
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