La tarde era siempre un momento de reflexión para Luder. Andaba,
siempre, atormentado por los embates que afrontaba durante todo el día. Su
trabajo le demandaba un gran esfuerzo mental. Él se dedicaba a representar
artistas de la música, sin importarle el género al cual se dedicaran. Todos los
días de acá para allá ubicando a sus clientes en diferentes eventos o en distintas
radios, todo pasaba por él, hasta en lo menos pensado siempre tenía injerencia.
Su vida eran días de éxito continuo porque a sus artistas les iba muy bien, por
lo tanto su economía se ensanchaba a pasos agigantados. En este último tiempo
había adquirido una nueva casa para ponerla en alquiler, sus inversiones se incrementaban
favorablemente lo cual permitía que sus clientes también reciban una buen parte
por sus trabajos.
Uno de los artistas que representaba era su favorito, Juan
Yeite, era el que más le había hecho ganar en este tiempo, pero siempre todo
podía variar según el movimiento de sus números. Hoy era Fausto pepe mañana era
Dominguito, en ese sentido sus sentimientos no eran estancos, iban rotando al
ritmo de sus finanzas. Siempre que iba a un bar y tomaba un poco de más, tenía
la costumbre de contar como habían sido sus inicios y todo el tiempo estaba
recordando que él había sido pobre desde muy chico. Primero se sumergió en el
mundo de la música como artista y como nunca pudo triunfar con lo que hacía, decidió jugársela por su carrera
actual “manager”.
Juan Yeite era el que más eventos tenia por noche, de hecho
desde hacia tiempo era el más solicitado de su cartera de clientes. Ahora
ustedes se preguntaran por qué tanta insistencia para con Yeite, bueno es que
él era un artista que se dedicaba a batirse a duelos de guitarras con
cualquiera que se lo propusiera. Yeite comenzó su carrera en esto, a raíz de
una película, en donde los protagonistas concursaban por ver quién era el
guitarman, esta película era enseñada en todas las peñas o circuitos de
guitarristas que anhelaban ser los más virtuosos con su instrumento. Desde el
momento en que él tuvo la oportunidad de ver esa película, le dio un giro particular
a su estilo de vida, es decir, primero comenzó cambiándose el apellido porque
su nombre biológico era Juan Cora y se lo cambió por Juan Yeite[1], después
comenzó a preparar coreografías escénicas para sus shows y luego hizo un curso
a distancia sobre poses en el rock. Tanto empeñó su tiempo para afinar su
performance que esto le genero una mayor convocatoria a sus eventos e hizo que
Luder se empezara a interesar más por él, dejando sin prioridad a todo el resto
de su clientela. Fue tal su fascinación para con este artista, que había
cambiado la foto del porta retrato que tenia de su mujer por la de Yeite. Esto
le generaba algunas discusiones con su pareja pero se excusaba diciéndole que
gracias a él habían podido hacer todo lo que hicieron, durante estos años.
[1]
Yeite: En la jerga de los músicos de rock y sobre todo en los guitarristas, es el significado de toda clase de artilugios (provocadoras de fascinación
dionisiaca o esplendor) que se hagan con
la guitarra durante un espectáculo.
La gran estafa del Rock and bar.
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