jueves, 15 de noviembre de 2012

Despertador eyaculado

No se puede postular nada como un acto duradero. Tengo conocimientos muy limitados del tema, pero lo poco que conocí sobre el asunto no funcionó. Me acuerdo aquella vez que tuve la oportunidad de presenciar un hecho de estas características, fue algo sorprendente para lo que me esperaba de una dama. Incluso ciertos recuerdos, ahora que me pongo a pensar, me lastiman un poco. Igual voy a tratar de ser lo más fiel al contarlo.
Ella de corta edad para lo que conocemos como los tramites o injerto, en una situación poco usual (es decir viajábamos en un avión); levantó la vista del piso y al focalizar mis ojos despertó un desatado correteo de las hormonas, digno de ser contado. Por cierto ¡hacía rato que no vivía algo así!
Los pasajeros del transporte aéreo que nos acogía, ni siquiera daban señales de ser espectadores de lo que había pasado entre ella y yo. No quiero ser obsesivo, pero las miradas no fueron fugaces, sino más bien puedo decir que los minutos se llenaron de eternidad. En el avión nos separaba una distancia considerable, casi que estábamos distanciados por dos asientos, pero esto no fue un impedimento para que pidiera cambiar el asiento con un pasajero que estaba a mi lado y disfrutaba los viajes sentado del lado de la ventana. De verdad esto fue un gesto atípico, ninguna mujer había dado tal salto después de una mirada que le pudiera haber echado en cinco minutos. Sentados ambos con pasillo de por medio, agarró mi brazo y dándome un sacudon me saco del asiento. Nervioso por la situación le consulte que era lo que hacía, no es muy pertinente que en estos transportes la gente ande a los saltos por los pasillos. Sonriendo me miro y jugando con mi temor a las aventuras, fuimos hacia el baño.
- ¿A donde estamos yendo? - pregunté con voz temblorosa
- ¡Uh, cuantas preguntas! ¿Para que queres saber? - Dijo casi burlándose
- Y bueno, ya te dije que todo esto es un poco raro.
- A vos te esta matando el pudor...¿Vas a besarme? - preguntó como apurada
 Con mi pelo enmarañado que se representaba en un espejo dos x dos, me dispuse a besarla fervientemente. Acercándonos plano a plano, tal cual película rosa, mis manos fueron buscando un apoyo en sobre salientes lugares. Nuestros alientos ya se homologaban por una misma pasta de dientes y un sonoro despertador hizo su trabajo, para darle paso a una fuga de sol por la hendija de la persiana que me encontró mojado.

blasfemartir

La nada es más saludable
que el frente de una trinchera
me dicen enfermo por decir de todo
quieren las blasfemas en libertad

Vigilias a la fuente del servidor
de rodillas en la nocturnidad
pidiendo a los santos de su devoción
más piedad en su temor

En el pedestal de la falta de identidad
el crimen atropella la razón
la calma agudizada por un ticket
vacaciones eternas en el mundo de hoy

miércoles, 14 de noviembre de 2012

El problema de Marx es el marxismo


Semiosis de lo ideológico y el poder, denomina un conjunto de significados que se ha ido  construyendo. Lo ideológico es la relación de todo discurso con sus condiciones de producción y tiene poder cuando tiene circulación, es decir tiene que entrar en el entramado de la discursividad social. Para Veron, el orden de lo ideológico y el poder atraviesan a una sociedad, porque remiten a dimensiones de análisis de fenómenos sociales y no a cosas particulares. Decir esto significa, que estas dimensiones pueden leerse en comportamientos sociales tales como: Rituales o la gestualidad. Esto escapa, pues, a lo que propiamente ha denominado el marxismo clásico (critica que abordaremos más adelante) como estructura e infraestructura. Nos dice que es absurdo incluir al cuerpo en esos niveles, por ejemplo.
Esto se manifiesta entonces en cualquier nivel de la comunicación social (Institucional, mediática, etc…) de modo que atraviesa toda la sociedad (donde está la semiosis), puede incorporarse en cualquier materia significante. El poder, en este caso, define una dimensión de toda producción de sentido que circula en una sociedad; confundir la problemática de lo político, por ejemplo, con el poder es un error porque de lo que estamos hablando es de un  tipo de discurso que se caracteriza por su relación con un funcionamiento particular.
Para justificar esto, Veron, va a hablar del obstáculo marxista para el funcionamiento de lo ideológico y el poder. En un momento va a desarrollar como se concibió la ideología históricamente (Fascismo, Stalinismo, etc) y va a decir que esto no es más que una gramática o una familia de gramáticas de producción. La crítica se posa en decir que una ideología no es un reportorio de contenidos, como indica el marxismo, (opiniones, actitudes o gestos) es una gramática de generación de sentido y está marcado por sus condiciones sociales de producción. Retomando la noción de poder, podemos decir que el marxismo pretendió un discurso absoluto “el efecto ideológico” tal como lo hizo la religión y muy bien, deja en claro que no es más que un producto que lleva las huellas de un sistema productivo y solo es inteligible en relación con las reglas sociales de su generación.