lunes, 23 de julio de 2012

Divina cronica


Todo parecía estar sereno en la ciudad, bah, al menos para mí que lo veo todo desde acá arriba. Yo puedo observar lo que pasa sin perderme nada, no hay manera que me evadan. Incluso me acuerdo una noche que un sin vergüenza que estaba sentado en el banco de una plaza, arremetió contra una mujer que pasaba por allí. Primero el muy buitre miro hacia acá y me pidió perdón, pero después arraso ferozmente, casi babeándose y gozando por tocar un par de pechos ¡lo vi todo! Este miserable a mi primer descuido ya le había bajado la bombacha, tenía la mirada totalmente perdida, por más que quisiese su impulso fue enorme, provoco alaridos desgarradores a esta mujer. Al principio fue perturbador verlo, luego fueron pasando los minutos y me empecé a sentir un poco atraído, hasta contento por mi condición de voyeur.
La respiración de la mujer se mezclaba con su llanto, ya iban 80 impulsos, era increíble ver como este hombre no se perdía en su lujuria, solo resistía para hacerlo lo más intenso posible. Por más divinidad que me puedan cargar, también me caliento, esa noche me masturbe como nunca. Para aquel que piense en este momento por qué no hice nada, tendrá que entender que esto no era nada grave, es como entrar en el rodaje de un film porno y decirle al director ¡detente por favor, estas cometiendo un pecado capital!...
Es raro porque esto es fallarle a la moral, pero si arreglaba esto también tendría que haber arreglado el conflicto entre Estados Unidos e  Irak, y sinceramente estoy un poco agotado, esto de ser inmortal me tiene atareado, soy nombrado todo el tiempo, no tengo descanso, así que decidí no involucrarme más en nada, somos gente civilizada tenemos que poder llevar adelante la cordura y la razón. Ya no quiero ser omnipotente, tengo bastante con lo de impotente. Voy a ver si puedo encontrar un buen remplazo. De hoy en adelante, buscaré perfiles que encajen con mis pretensiones y respeten la tradición que han logrado mis seguidores. No estoy dispuesto a abandonar del todo, voy a supervisar pero desde otro lugar.  Este puesto ya no es para mí.
 Antes de tomar las decisiones, consulto. Así que después de que lleguen los demás de su habitual noche de parranda, les consultare cual es su opinión, mientras tanto seguiré buscando algo para mirar y entretenerme. Es un poco tarde pero no tengo sueño, quisiera ver alguna otra situación de desnudo indeseado, es muy estimulante ver como la muy perra le niega su cuerpo al pobre y lábil hombre que necesita descargar todas sus tensiones en un receptáculo femenino. Por más que piensen que soy cruel, no es así, porque en estos casos estoy pensado en los hombres que no tienen dinero para ir al burlesque, el mercado femenino está bastante caro. Imagínate que un proletario no puede todos los días destinar su dinero en eso.
Distraído en buscar una violación, al cabo de una hora llegaron sus compañeros y éste rápidamente se acerco a uno de ellos para comentarle su decisión, pero al principio no le prestaron mucha atención debido a que estaban un poco alcoholizados, así que tuvo que esperar a que se pase esta algarabía. De muy mal humor por no haber podido captar la atención de nadie se retiro de la sala donde se encontraban todos y se marcho a su cuarto para meditar y relajarse.
Como esa noche nada fue posible, espero al inicio de un nuevo día.
-¿A ver quién se va a dignar a escucharme?- dijo algo prepotente
-Yo te escucho, pero déjame tomar un vaso de agua que estoy bastante mal todavía.
A ver dime ¿qué es lo que sucede, que estas así?
-He tomado una decisión con respecto a mi cargo, quiero que otro me remplace.
-Uh pero eso sabes que es complicado, porque se tiene que morir alguien de allá abajo para eso, además es poco probable que el primero que llegue te vaya a conformar.
-Si ya lo sé, pero podría elegir a alguien y congeniar una coartada para que alguien me lo facilite y me lo haga llegar hasta aquí. Estoy pensando que voy a prestar mi nombre, para que al que le toque hacer el trabajo tenga argumentos potables.
- Eso es bueno, no lo había pensado así. Solamente lo único que te voy a decir es que elijas bien, acá no queremos puritanos tratando de impartir esa moral pelotuda que enseñan allá abajo.
- Claro, lo que pasa que ustedes no cambian más ¿Cuando van hacer lo que les corresponde? nos estamos descuidando mucho y están pasando muchas cosas crueles. Dinero, poder, petróleo y que se yo cuantas cosas más.
- Pero déjate de joder queres, veni que acá en la tele están pasando un show de baile donde todas las minas están en bolas y usan un caño para frotarse. Esto es muy bueno, seguro es para que los televidentes se vacíen los huevos mientras se pájean y ensucian la pantalla.
- Dale, estoy hablando enserio, ahora mismo me voy a poner en campaña con mi reemplazo.

Esta gente está totalmente enajenada con estos programas de televisión modernos, no se pueden despegar a pensar un rato sobre lo que pasa a su alrededor. Por eso en cuanto encuentre mi reemplazo voy a estar más tranquilo. Estoy sufriendo mucho estrés, aparte de ver a mí alrededor veo la totalidad de lo que sucede allí abajo, que por cierto está lleno de cerdos que son cada vez más individualistas. Ahora que lo pienso bien yo ayude a que utilicen mi nombre para el proceso de reorganización nacional y ¿para qué? Si al fin y al cabo esta todo deformado y cada cual sigue haciendo lo que quiere.
No me olvido más cuando este señor de bigotito se acercaba a este lugar, que van los no paganos, para confesarse y limpiar su conciencia de que estaba haciendo lo correcto por la patria. Yo consentía todo porque veía que las cosas marchaban bien pero finalmente otra vez están jodiendo con los derechos humanos y la boludes esa de ser de izquierda, yo no sé por qué no se ponen a laburar en algo constructivo, después se quejan cuando el poder utiliza sus recursos para combatirlos, salen a la calle y gritan con cacerolas que tienen hambre. Por qué no se dejan de tanta payasada. Lo único que hacen es enriquecer a los reporteros con noticias. Pero a mí me angustia ver esas fotos que ponen en la primera plana de gente de medio oriente que se muere porque joden con eso de sus derechos, que alguien les diga a los palestinos que se dejen de joder con lo de tener un estado propio, si pueden vivir dentro del territorio de Israel, ¡que no jodan!... Yo no sé estos palestinos y los iraquíes también molestando la paz social con eso de derribar torres, tan solo para demostrar que pueden ofender a Norteamérica, que absurdos son, ellos derriban dos torres y después imploran que los proteja de la ofensiva que se les viene encima, ahora que se arreglen. En occidente se tiene que acabar el terrorismo.

Fascisnados

En mi establo lo más pedido es una analogía al fascismo...la gran formula: “Hay que matarlos a todos”

Glorias


Cara triste y desanimada,
Camina por las tablas de la soledad
Anida emociones que nadie quiere
Se mira y añora una silueta
Que escuche sus glorias de bacalao

Mujer de poca cháchara
Mirando ese abismo junto al galán
Ambos callados, esperando la hora
Los días reposan, siguen sin escuchar
¿Cuál será la felicidad?

(D) escribir el patetismo argentimedio



En la puesta de la vida todos nos enfrentamos a diferentes instituciones que promueven y canalizan nuestro pensamiento, nuestro modo de ser y la forma de encarar el camino hacia la muerte. La entereza del ser humano acaba siendo una forma de resistir, dentro de lo posible a todo el avasallamiento de cómo conducir nuestra vida. Lo demás después de esto no se que será, por el momento solo conozco esta vida que es de seres humanos, aunque algunos muchos no sepan de que se trata.
Posiblemente muchas veces tenga que chocar en la muralla que propicia la sociedad escudándose frente a nuevas interpretaciones de lo que es la felicidad, frente a un nuevo sentido común que no es el del camino universal emprendido masivamente. Todos los protestantes de un posible cambio que se pudo haber producido en la historia, se repliegan en la comodidad de confiar sus valores a personas que según se dice son correctas para hacer esto, ejem: políticos atropelladores pero convincentes en sus ideales de cómo generar seguridad.
Muchas veces me pregunto en qué condiciones se encuentra la fortaleza y el espíritu crítico de las personas para zambullirse de cabeza en alentar a personas que no tienen ni la más remota idea de cómo hacer política. Claro está que sus seguidores son igual de torpes que estos “políticos”, porque nunca se interesaran en informarse sobre la historia argentina y su siempre fracaso rotundo a la hora de votar. Es constante el impedimento al avance de propuestas en donde el motor principal es la inclusión de todos por igual.
Fracasos tras fracasos y seguimos denostando a personas que intentan dejar atrás un pasado trunco devenido por ejercer la libertad económica. Personas que intentan que el país no sea conducido cual si fuera una empresa, que intentan que las posiciones de los economistas solo se posen en los números y no desdibujen el significado de la palabra política. Esto es fundamental en estos tiempos, para no volver a la barbaridad que alguna vez hizo que la sociedad se maravillara en viajes y consumos paupérrimos.
Los marginados siguen siendo estigmatizados por el discurso de los medios y por políticos retrógrados que siguen sin proponer un verdadero cambio y solo reconocen como culpables a los de siempre. La agenda sigue haciéndonos pensar los mismos temas: Seguridad, respeto a la propiedad privada, etc, pero nunca nos hablan de la inclusión social para aquel que no posee nada. Si hay algo agradable de todo esto díganme que es, así me acoplo y dejo de rebuznar, como dicen algunos.
Para los más genuflexos, todo esto que estoy diciendo puede que lo cataloguen como distorsionado, alocado y si tienen la sangre en el ojo como le pasaba a ese señor que encarcelo a Gramsci por considerarlo una amenaza política, dirán que estas cosas solo se le pueden ocurrir a un tipo con inclinaciones progresistas o sublevado a la tradición occidental, pero bueh... es preferible estar en el lado incorrecto que ser bien visto por la señora que almuerza[1], por ejemplo.
Es por eso, señores, ustedes son dignos de elegir, pero después no hay que reclamar si la elección fue incorrecta, como viene pasando hace largos años en la política Argentina. El tan bien conocido como “yo no lo vote”.     
Erdosain


[1]  Termino utilizado, por José Pablo Feinmann.

sábado, 21 de julio de 2012

Gasista


Era tarde y Rulfo debía irse a la reunión de la redacción. El problema por el cual no se podía ir, era que se había demorado el gasista, (El condenado siempre hacía lo mismo con los clientes, decía una hora de llegada y aparecía dos horas después) Rulfo estaba demasiado enfurecido porque este no llegaba, pensó varias veces en irse pero se encontraba imposibilitado, debido a que tenía que resolver un problema con una de las hornallas de la cocina. La última noche que intento usarla sufrió uno de los mayores sustos de su vida y sucedió justo un día en donde se encontraba con visitas de distintos colegas suyo. Fue de tal dimensión lo vivido que ahora solo usa el microondas. A pesar del rechazo que sentía a aparatos como estos, no le quedó más remedio que utilizarlo. Siendo un gran amante de la carne al horno, venia afrontándose desde hacía un tiempo a comidas gomosas.
Casi resignado a poder asistir a la reunión, se sentó en la mesa esmerilada de su living o algo así, a esperar por la presencia del ga – sis - ta. De la supuesta hora que habían pactado el encuentro, ya había pasado una hora y media. Por supuesto que su humor ya estaba rosando la personificación de un demente con ganas de asesinar. De por si él ya era una persona muy fácil de irritar, así que imagínense lo que puede resultar, cuando llegue el señor del gas. ¡Una explosión! Con los brazos distendidos en el sillón, le daba algunos vistazos a su reloj de pared (Que le gustaba adelantar diez minutos, para creer que dormía más. El inconveniente es que siempre lo olvida y piensa que se quedó dormido) y este le indicaba que todavía faltaban diez minutos para que comience la reunión en el diario. Quiso terminar uno de los tantos crucigramas que tenía pendientes y como no logró buenos resultados, lo estrecho contra el piso. – Este bueno para nada, ya me hizo perder demasiado tiempo. Maldito gusano, jala propano – lanzó con vehemencia. Buscó las llaves, algunos informes que tenia listos para presentar en el diario y se encamino derecho a la puerta. Dio los dos giros correspondientes que le exige su cerradura para poder abrir y apareció el gasista. Cara abatida y con muestras de sudor, intento unas disculpas por la tardanza, pero Rulfo no contestó.
- Ven pasa y ni me hables. Ya me estaba yendo y sabes quién te iba a abrir la puerta, ¡no!
- Si señor, entiendo su enojo. Le pido disculpas, me demore con otro cliente y no me podía ir, cada vez que le decía que había finalizado el trabajo, siempre encontraba un detalle.
- Si todo lo que usted quiera, me hubiese avisado. Ahora yo estoy llegando tarde a una reunión de trabajo. Pero bueno, basta de tanta charla y empiece a trabajar, ya que se digno a venir.
Por un instante se miraron fijo y el gasista pensó en partirle uno de los fierros que traía de un arreglo anterior. Ahora ambos estaban enfadados, ninguno cedía y se genero un clima bastante hostil. Rulfo caminaba por la casa puteando en voz baja, dándole golpes a la pared  y soltando reflexiones – Estúpido proletario de morondanga. ¿Quién me mando a pedirle recomendaciones sobre un gasista, al anarco - estúpido de mi primo? Este, seguro que es uno de esos con los que se reúne en esos bares de mala muerte, para hablar de política. ¡Por favor este país da para cualquier cosa! – Mientras terminaba de rezongar, ya lo tenía al gasista con el diagnostico de su hornalla, listo. Primero le mostro los repuestos que había utilizado y luego los que había cambiado.
- Su hornalla tenía una perdida porque se ve que tiene mucho uso, hasta incluso denota unos tratos bastante abruptos. Tan solo le cambié la perilla y le puse un resorte más resistente para que cuando empuje al encender, lo pueda hacer como lo venía haciendo o más fuerte, todavía. Igual le recomiendo que no se descargue con las cosas de la casa, mejor cómprese una bolsa de boxeo. Me entere que le dio mucho resultado, a los que son de rápida frustración. Disculpe por mi intromisión, es solo un consejo – dijo con aires consoladores.
- Te agradezco la preocupación, pero ya tengo psicólogo. ¿Me podrías decir que te debo?
- No, nada señor. La primera visita es gratis.
- Entonces decime cuanto es, porque esta es la primera y la última vez que pisas mi casa. Además no quiero que andes por ahí diciendo que no te quise pagar o cosas así. Vamos vos sabes lo te quiero decir, esas cosas que hacen, ustedes, los zurdos, ¡viste!
- Quédese tranquilo que nada de eso va a suceder. Ahora lo que no entiendo bien es por qué me dice zurdo. Desde el colegio que escribo con la derecha.
- No te hagas el listo conmigo, porque sé muy bien de donde venis, ¡eh! Pero bueno, no viene al caso, quiero que se vaya. Dígame cuanto es, cóbreme lo que sea pero cóbreme y largase.
- Señor la primera visita es gratis, no le voy a cobrar. Me voy, aquí tiene mi tarjeta por si acaso. Adiós, buen hombre.
Cerro de un portazo y puteo un buen rato. Ya era tardísimo para concurrir a la reunión, así que llamo al jefe del diario y aviso el inconveniente que había sufrido, su voz indicaba el mayor de los enojos mientras hablaba. El jefe intento calmarlo, pero la situación que acababa de escuchar le pareció cómica y no aguanto la risa. Intentó serenarlo desde el otro lado, pero con carcajadas de por medio, no fueron un buen combo. Cortó el teléfono enardecidamente y prendió el televisor. Le llevo un buen rato poder recobrar la armonía, se paso unos cuantos minutos puteando. Era tal su consternación que desde el balcón, les gritaba a los que pasaban y cuando estos miraban hacia la dirección desde donde provenía el grito, este apretaba sus genitales y seguía gritando las peores puteadas. – “¡Perra, nunca has visto a un hombre gritar. Por lo visto no, con esa cara de mal atendida que tenes, otra cosa no se puede esperar!” – Estas eran algunas de las vociferaciones que se oían, de forma continuada.
Ya se aproximaba la noche, el sol comenzaba a esconderse entre los edificios y su estomago empezaba con ruidos que indicaban hambre. Con su cocina ya arreglada podría cocinar al horno esas recetas que leía en sus fascículos coleccionables de gastronomía, los cuales compraba en el Parque Rivadavia, junto a revistas de la guerra de Vietnam. Casi con la plenitud de su armonía recobrada, enmudeció después de tanta puteada y se puso a buscar las revistas para poder cocinar. Después de hurgar en esas cajas que había utilizado de una tarde limpieza, halló tan solo dos de estos fascículos, de modo que tuvo amoldarse a las recetas posibles y se decidió por lomo a la crema.
Le faltaban algunos ingredientes, así que buscó un abrigo y las llaves. Cuando intento abrir la puerta, la llave se quedó trabada. Probó de las mil maneras, pero no había caso. La cerradura no cedía. De manera que puteo otro rato, estaba encerrado y sin conocer a ningún cerrajero. Mientras daba vueltas por la casa pensando que haría, se detuvo en medio del hall, metió su mano en el bolsillo del pantalón y con gesto de resignación, saco la tarjeta que le había dejado el gasista. Esta decía: “servicios las 24 hs de gas, plomería y cerrajería. Tel 3456 – 7865 cel 1574362900

sábado, 14 de julio de 2012

¿Cuánto falta?




Ese sudor es pudor
No quieras comprender la putrefacción
Voy naciendo todos los días
El espejo refleja sudor, es pudor

Un engaño espeluznante florece
Deja de servir, la ebullición salpicó
Por un segundo deje de ser yo
Un moscón zumbón casi perduró

El arte de vivir o más bien de persistir
Con pensamientos cicuta
Casi tiembla todo, un presunto ahogo
¡Qué fuerza tiene el miedo! 

miércoles, 11 de julio de 2012

Los que cuidan su quintita...


Che, vos sabes que iba en el subte y veía a los pibes laburando con sus cajas de golosina, pañuelo descartable o tan solo dejando una estampita con un escrito, que decía: “Con su ayuda llevo la comida a casa”. Me pareció interesante prestar atención a la cara de los pasajeros, ver sus rostros inertes frente a la situación, como una cosa cotidiana, bah. ¿Qué paso con los sentimientos y la sensibilidad del alma? ¿Fueron absorbidas por las ansias de llegar a casa? Preguntas, estas, que se me cruzaban y avizoraban tan solo una respuesta: Nos acostumbraron a naturalizar tan bien, que no nos parece malvado que estos pibes derrochen su adolescencia trabajando para la lacra de su padre. Que por si fuera poco, lo golpea si no le lleva la guita a casa y la usa para comer. Estas cosas que digo, me podrán decir que ya se saben, pero acá lo urgente es la naturalización que hace el ser humano de las cuestiones profundas ¡Esto no se puede contemplar!
Entiendo que la culpa de la miseria no la tiene la gente, pero es importante entender el concepto de que no nos despersonalicen y nos conviertan en seres ajenos a vislumbrarnos. Hay pautas, tales como: no esquivar algunos problemas que conciernen a la fortaleza y lo que hacemos con nuestra conciencia (política). Todo acto es político, allí están nuestras huellas de lo que somos. Desentenderse con argumentos desinteresados sobre algunos temas, conlleva a que no entendamos por donde viene la cosa. Aunque sea difícil este entramado de significaciones llamado sociedad, hay que hacerle frente a la cosa en sí. Ustedes se preguntaran ¿cuál es la cosa en sí? La lucha popular

No nos dejemos incendiar.