sábado, 4 de enero de 2014

Mayo burgués


Un auditorio presta atención,
el filosofo provocador hace arder la verdad.
Un niño que esta en la sala,
se para al grito de: ¡burgués!
y se va...
vive en la calle, fuera de la solemnidad.
Pretenden educarlo, los educandos,
maleducados. 
Varios alumnos, repiten las mediaciones
y huyen despavoridos, cuando los corren por monedas.
Sí, parecen revoltosos e intrépidos, pero al fin,
la trama del poder los pone de un lado:
haciendo el juego a la sutileza.
De copetes altos, manejan bien la jerga;
vigilantean desde la torre de marfil.
Un jerarca inteletual, es condescendiente y en las adentro,
huele la fragancia del mensaje subliminal.
¡Que animal!
Esas conchas desvariadas...ateas de unas horas
Aaaahhhh