Algunos textos que pasaron por mi vida me han marcado tajantemente.
La iniciativa de escritor y no de escriba, es muy urgente. Desde dimensiones un poco extrañas conocí algunos libros, bah, en
realidad nunca fui un asiduo lector pero a una edad de la adolescencia
considerable, 18 años, di mis primeros pasos con la lectura. Ese día marco un antes y un después. Jamás voy
a poder olvidar “El juguete rabioso” o “Los siete locos”. También se cruzo un
tal Cortazar, Borges, Puig, Laiseca y después vinieron los norteamericanos ¡Que
maravilla!
Comencé leyendo, mucho, los diarios, antes que literatura en
si, pero cuando apareció ese arte de representar quede casi perplejo por la
fuerza y la carga emotiva de la misma. Era y sigue siendo, esa necesidad de
conocer cada autor en su máxima expresión. Son esas ganas de que muchos sigan
vivos, para poder tomar un café con ellos y charlar de chabacanerías, sin
despertar ninguna alarma de entrevista.
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