lunes, 25 de junio de 2012

Solo un café

Algunos textos que pasaron por mi vida me han marcado tajantemente. La iniciativa de escritor y no de escriba, es muy urgente. Desde dimensiones un poco extrañas conocí algunos libros, bah, en realidad nunca fui un asiduo lector pero a una edad de la adolescencia considerable, 18 años, di mis primeros pasos con la lectura.  Ese día marco un antes y un después. Jamás voy a poder olvidar “El juguete rabioso” o “Los siete locos”. También se cruzo un tal Cortazar, Borges, Puig, Laiseca y después vinieron los norteamericanos ¡Que maravilla!
Comencé leyendo, mucho, los diarios, antes que literatura en si, pero cuando apareció ese arte de representar quede casi perplejo por la fuerza y la carga emotiva de la misma. Era y sigue siendo, esa necesidad de conocer cada autor en su máxima expresión. Son esas ganas de que muchos sigan vivos, para poder tomar un café con ellos y charlar de chabacanerías, sin despertar ninguna alarma de entrevista.   

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